Hoy me tire las cartas de nuevo. Pasado presente y futuro por el dia… Siete de copas, el carro y ocho de varas.
Pense que al principio me costo mucho decidirme que hacer (7 de copas), hasta que tome las riendas de mi vida (el carro), y decidi hacer lo que me hacia feliz. Esa decision me costo pero supe que queria visitar las calles pintadas de Vila Magdalena mas que cualquier otra cosa. El ocho de varas es un acontecimiento feliz, que te deja sintiendo que “no hay casualidades”. Asi me senti al final del dia.
Estuve descansando desde la llegada el domingo, hasta pasada las 14hs del Lunes. Han sido dias intensos… No queria hacer decisiones impulsivas pero me costo moverme. Al final, sali a caminar, pase por Se, me tome el metro y fui a Vila Magdalena, siguiendo la sugerecia de una amiga. Pienso que voy a volver a Sao Paulo en mi regreso y voy a poder hacer mas cosas. No es necesario hacer todo en dos dias.
Fue hermosa la caminata. Llovio en el medio del calor… Y se hizo un arcoiris. Fui hasta Becos de Batman, unas callesitas grafiteadas. Todo el barrio es hermoso, lleno de arte urbana de extrema belleza y esperanza.
Me estoy quedando estos dias con unos chicos gay en Bela Vista. El Domingo a la noche sali brevemente a pasear por el barrio y comer alguito. Me cruce a dos marikas hermosas, corriendo por la calle de la mano, medio pintadas, medio no, con tul, con telas, descalzas… Me hizo pensar en los poemas de Perlongher.
El cuidado de los chicos es tremendo. Tienen un balcon sobre poblado de suculentas hermosas y hacen pan casero. Soy feliz.
